Anoche hacía una noche preciosa y decidimos con unos amigos volver a subir a la Torre Eiffel.
Era el último pase, sobre las 12 de la noche así que pudimos disfrutar de las vistas sin esperar colas y con toda tranquilidad.
Hacia una noche clara y despejada y una luna de luz intensa, por lo que se podían apreciar todos los monumentos iluminados; una auténtica maravilla.
Era el último pase, sobre las 12 de la noche así que pudimos disfrutar de las vistas sin esperar colas y con toda tranquilidad.
Hacia una noche clara y despejada y una luna de luz intensa, por lo que se podían apreciar todos los monumentos iluminados; una auténtica maravilla.
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