Como en una película de los años 20 atravesé las calles empedradas de Montmartre, aún brillantes por la lluvia... para acudir a una milonga. Se encontraba tras una portezuela escondida en el patio de uno de los laterales de la especial
Iglesia de Saint-Jean de Montmartre, como una
sala oculta durante la ley seca...
Allá estaba Francisssco dando clase en una mezcla de francés y argentiiiiiiino...
pasá la piernaaaa por detrássss demoiselle, hacé un voleo... allez les monsieurs... sentez la musique con el corazón...
Era un ambiente particular, rozando una romántica decadencia... el salón rodeado de mesas donde tomar algo y esperar a que te saquen a bailar, como exige el protocolo tanguero...
Además ofrecieron un espectáculo realizado por Silvia Fuentes, bailarina invitada durante esos días en el
Théâtre du Châtelet de París. La velada culminó con horas de baile libre....
Tras esa noche me entró el gusanillo y he retomado las clases con
El Corazón des Abesses ¡feliz!, inexplicable la sensación de dejarse llevar por los pasos de uno de los tangos (
Libertango y
Oblivion de Piazzolla, los de Gardel u otros modernos, como los de
Gotan Project...). Como siempre le he dicho a L. que es como volar...
Os dejo con la escena del tango "Por una Cabeza" de la película
Esencia de Mujer. Aunque los pasos no son muy ortodoxos ¡me encanta! Además me recuerda a las noches de baile a orillas del Sena en primavera. (Otro plan que no os podéis perder)
Clases en diversos lugares
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